Explicar la muerte al alumnado de Primaria, asignatura pendiente del profesorado

Una investigación de la UdL apuesta por implantar esta pedagogía como materia transversal

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De izquierda a dercha: Ramos-Pla, Del Arco y Espart / Foto: DOTSS-UdL

El profesorado de Primaria de Cataluña no cuenta con suficiente formación en pedagogía de la muerte y el 90,2% nunca lo ha utilizado en su carrera docente, ni siquiera durante la pandemia de COVID-19. Así lo afirma una investigación realizada por investigadoras de la Universidad de Lleida (UdL), publicada en la revista internacional Heliyon. El estudio, en el que han participado 1.220 docentes de toda la comunidad autónoma, apuesta por ofrecer más instrucción sobre el tratamiento didáctico de la muerte en el marco de la Educación para la Salud en las universidades y centros de formación continua como un "reto imprescindible".  El objetivo final sería implantarlo en las aulas de Educación Primaria como asignatura transversal.

El equipo de la Càtedra de Desenvolupament i Territoris Saludables i Sostenibles (DOTSS) de la UdL ha diseñado un cuestionario específico para analizar las percepciones del profesorado en servicio sobre la pedagogía de la muerte. Del total de 1.220 docentes en activo que han participado, el 68% son mujeres y el 32% hombres. La edad media es de 44,4 años. Todos ellos han cursado estudios de Educación Primaria; un 13%, también Educación Infantil y un 11,5%, Psicopedagogía. Los resultados son contundentes. Aunque el 73,4% cree que hay que tratar las defunciones de forma natural en la escuela y el 62,1% piensa que debe hacerse antes de que ocurra ningún evento relacionado con la muerte, sólo un 2,5% ha recibido formación sobre el tema en la etapa universitaria.

 "El tratamiento didáctico de los decesos es un tabú en nuestra sociedad y debería estar presente en todos los niveles educativos, desde los 3 años", explica la profesora lectora de la UdL Anabel Ramos-Pla y primera firmante del artículo. "A pesar de la gran mortalidad provocada por la pandemia, éste es todavía un reto educativo y debería ser una prioridad", destaca. Una opinión compartida con el profesorado que ha respondido a la encuesta. El 89,3% cree que necesitaría más formación sobre el tema y el 74,6% la considera imprescindible antes de poder educar en el hecho de la muerte en la Educación Primaria.

Los docentes que han aplicado la pedagogía de la muerte reportan un alto grado de satisfacción por parte de toda la comunidad educativa, tanto de la dirección de los centros (80%) como de las familias (81,8%) y el propio alumnado (83,3%). "Un tratamiento saludable de la muerte en la escuela permite ofrecer multitud de beneficios, como afrontar el duelo de forma normalizada; romper el tabú social; analizar los determinantes de la salud vinculados a la muerte o tomar conciencia de que la vida tiene un final y, por tanto, hay que vivir el momento", recoge la investigación que Ramos-Pla comparte con la profesora Isabel del Arco y la profesora lectora Serra Húnter Anna Espart.

"Es necesario que las universidades ofrezcan un enfoque pedagógico de la muerte en la formación inicial y continua del profesorado. Si los docentes no tienen estrategias educativas, les costará ponerlas en práctica en las escuelas. Además, la respuesta educativa a las dudas y preguntas del estudiantado será más eficiente si se aborda con naturalidad, que cuando debe tratarse por situaciones imprevistas para las que no estamos preparados", subrayan a las conclusiones del artículo.

 
Texto: Premsa UdL