La fisioterapia tele-asistida, insuficiente para usuarios crónicos y vulnerables
Según un estudio de la UdL sobre el confinamiento por la COVID-19
Descargar pdfEl confinamiento por la COVID-19 perjudicó especialmente a los usuarios crónicos de fisioterapia, como las personas con discapacidad y las que padecen patologías neurodegenerativas o cognitivas, así como a los pacientes geriátricos. Incluso "personas completamente autónomas llegaron a un estado de dependencia". Así lo afirma una investigación de la Universidad de Lérida (UdL) publicada en la revista Physiotherapy Research Internationall. El estudio cualitativo pone también de manifiesto las barreras tecnológicas de la teleasistencia para colectivos vulnerables como las familias sin recursos, las personas migradas, las situaciones de dependencia o las personas con baja alfabetización digital.
Las investigadoras e investigadores de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia (FIF) de la UdL -la mayoría miembros de los grupos de investigación Estudios Sociedad, Salud, Educación y Cultura (GESEC) de la Universidad y Cuidados de salud (GReCS) de la IRBLleida- han estudiado el impacto de la pandemia en el trabajo de los fisioterapeutas, tanto del sector público como del privado. "Este trabajo demuestra que la reducción de los servicios de fisioterapia en las urgencias en los primeros meses de la pandemia en España tuvo un impacto negativo en la salud de los usuarios, aumentando la discapacidad y dependencia de las personas con enfermedades neurodegenerativas crónicas y los usuarios geriátricos ", explica la profesora e investigadora de la UdL Helena Fernández Lago. "La pandemia también incidió en la gestión de la demanda, evidenciando aún más la importancia de definir el proceso de selección y los protocolos de fisioterapia en las urgencias", destaca.
Las entrevistas realizadas a profesionales de Cataluña y Galicia - 13 mujeres y 3 hombres, entre 24 y 44 años - ponen de manifiesto un empeoramiento del estado de salud de las personas con patologías neurodegenerativas o cognitivas que desarrollaron complicaciones médicas como el heminegligencia sensorial, es decir, un déficit en la conciencia de estímulos contralaterales. En el caso de los usuarios geriátricos, aparte del impacto del confinamiento a nivel emocional por soledad, los fisioterapeutas describen grandes pérdidas de funcionalidad y calidad de vida, en parte por el aumento de la sarcopenia (pérdida de masa y fuerza muscular) . Por todo ello, hablan de un "impacto devastador" en las personas mayores con patologías crónicas. También mencionan el empeoramiento generalizado del estado de salud física de los usuarios de fisioterapia pediátrica.
El confinamiento y la limitación de la asistencia clínica presencial han dado lugar a una tendencia hacia el servicio no intervencionista, con el impulso de la fisioterapia tele-asistida, al igual que en otros países como Italia, Brasil y Estados Unidos . Las limitaciones de la terapia manual han potenciado una atención telemática que los profesionales consideran positiva para las personas con patologías músculo-esqueléticas crónicas. Sin embargo, el uso de las TIC supuso un reto, especialmente para los profesionales y usuarios con una alfabetización digital baja. Describen "barreras tecnológicas para llevar a cabo la telerrehabilitación en familias sin recursos y en migrantes, así como barreras lingüísticas y culturales, así como con pacientes neurológicos y en situaciones de dependencia".
Roles sociales
Investigadoras de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la UdL también han liderado otro artículo sobre el confinamiento por la COVID-19, publicado en este caso en International Journal of Environmental Research and Public Health. Las conclusiones de este estudio cualitativo - realizado con personal de las universidades de Alicante y Autónoma de Madrid- señalan que las madres que debían equilibrar el teletrabajo con la vida familiar sufrieron efectos físicos, mentales y sociales como ansiedad, estrés , privación del sueño y problemas de relación. La investigación sugiere que, en situaciones de crisis, la desigualdad de género aumenta en el hogar y las mujeres tienden a volver a los roles tradicionales.